La Recrónica
El Senior viajó a Álora de donde se trajo un punto merced a un meritorio empate a dos en un feudo donde los visitantes normalmente sólo conocen la "cuesta arriba" porque hacia abajo lo único que van son las cabezas después de salir derrotados del feudo perote. De nuevo Iván anota los dos tantos e incluso podemos decir que a tramos nuestro desempeño fue deficiente y aún así puntuamos. Señal de que hay calidad en el grupo para más.
El Femenino se estrelló contra el Torreón en La Cala de Mijas. Mucho más motivadas, las locales, salieron quemando queroseno mientras que nuestras jugadoras apenas arrimaban leña al horno de la desesperanza. Primera mitad incómoda de ver desde las filas verdonas cuando apenas pasamos del centro del campo y el sufrimiento era constante alrededor del marco defendido por Lucía. La segunda mitad nos trajo nuevos bríos, y Espe-ranza colocó un 2-1 tras cierto asedio al marco local. Pero apenas en la siguiente jugada las caleñas nos cogieron la espalda y provocaron un penalti cuya transformación en gol sería definitiva.
La Directiva del Torreón nos agasajó con una paella y el Sr. Alcalde de Mijas fue invitado a realizar el saque de honor en agradecimiento al apoyo al club caleño en forma de patrocinio. Así, al menos, podremos decir que el Candor CF es único. El único Club que no ha recibido apoyo financiero por parte del Ayuntamiento de Mijas ni en 2018 ni en 2019. Todo un récord.
En cuanto a la cantera, destacar el paso firme del Infantil en la primera defensa de su liderato que solvento con un contundente 0-5 a domicilio frente a Las Chapas. Y sobre todo, el extraordinario partido disputado por el Alevín B en Ronda, donde vencieron a los titulares de El Fuerte por un extraordinario 2-4 que nos confirma definitivamente como candidatos al título al haber demostrado nuestra capacidad competitiva en uno de los feudos más complicados del campeonato. Otra cosa será lo que siga...
Y sin duda el equipo que adelantó a todos los demás dentro del Club fue el de las Veteranas. Tras empatar a un tanto en Coín se dedicaron a gastar el remanente energético en compartir la primera cena navideña y en danzar hasta que el cuerpo aguantó (que según dicen las crónicas fue mucho).