La Recrónica

10.02.2021

En el fútbol, como en la vida, la tendencia de los tiempos actuales es la concentración de recursos y poder en manos de unos pocos. Nadie que siga nuestro deporte en estos días puede ser ajeno a la intención de los grande clubes europeos de crear una "Superliga" que les proporcione pingües beneficios. De darse esa circunstancia todos los equipos del resto de la pirámide del fútbol mundial bajaríamos una división, o sea, descenderíamos. Eso no es grave para un club como el Candor que milita en categoría territorial, pero sí lo es para los de Primera División y para los de Segunda División, categorías profesionales que verán reducidos sus ingresos drásticamente.

Nosotros descendimos hace... treinta años. Por esas fechas Mijas se quedaba vacía para ir a ver al equipo del pueblo al campo de Osunillas. Ni dos bares daban abasto para atender en el descanso a un público que abarrotaba las gradas del municipal mijeño, que por cierto, estaba a años luz del extraordinario campo que el CD Mijas luce ahora... vacío.

También por esas fechas llegaba el Candor a la Liga Local de Aficionados de Fuengirola. A la decadencia también de ese campeonato. Donde antaño había equipos con solera capaces de mantener el pulso a cualquier conjunto de Regional, comienzan a surgir equipos de nula tradición que aparecen y desaparecen y cuyo desempeño antideportivo acaba por minar las bases mismas de la competición. Poco después le llegaría el turno a la "sacro santa" Liga Interpeñas. El modelo asociativo ciudadano está en crisis y el fútbol es un reflejo de ello. No hay vida más abajo de las categorías nacionales.

Pero el "cáncer" llega pronto a estas. La "tele" lo ocupa todo y ya no es habitual seguir al equipo de tu ciudad en Tercera o Segunda B. Sólo importan "los mejores". Todos los equipos de categoría nacional dan pérdidas menos los de Primera y Segunda y hasta ahí es necesaria una reconversión (o dos) que ponga las cuentas en orden. La primera de ellas arrebató los clubes a sus socios. Nos robaron el fútbol.

Ahora les toca a ellos, a los "profesionales", ya sea la nueva "Champions" o la rupturista "Superliga", el protagonismo y la audiencia será para unos pocos clubes europeos. Españoles... Real Madrid, Barcelona... y quizás Atlético. Nada más. El resto caerá por el despeñadero que cayó la Regional hace ya treinta años.

Pero mientras... ¿Qué hacemos en la base? Nuestro Senior visitó al tercer equipo del que pretende ser el "equipo de todos" en la provincia de Málaga y más allá: El Málaga CF SAD. Pero en la puerta nos reciben con impertinencias, durante la semana no responden a un correo solicitando poder retransmitir el partido por redes sociales y juegan en un campo que no es suyo donde la grada principal (la única grada) tiene postes y redes delante que impiden al aficionado ver los partidos in situ (ahora son a puerta cerrada) o por internet. ¿De verdad estamos haciendo algo para crear afición en el fútbol base y de nivel medio? Quizás, en el fondo, es que nos merecemos la irrelevancia hacia la que caminamos.

Y ese fue el único partido jugado este fin de semana por el Candor Club de Fútbol y también el único disputado en nuestro grupo de Tercera Andaluza, no ya por la pandemia del COVID, sino por la pandemia de cierre de equipos a mitad de temporada cuando todas las cuotas están cobradas o los objetivos perdidos o queremos ser más estrictos que las propias autoridades y mientras los escolares acuden a sus abarrotadas aulas cinco horas cada día, algunos deciden, por su cuenta, que hay que detener una actividad al aire libre como el fútbol. Abanderando, eso sí, la lucha contra el COVID. 

Lo dicho, nos merecemos lo que nos pasa.