Crónica Alevín B: CD Guadalmar 4-1 Candor CF
El Alevín B no disputaba un partido desde el 13 de enero, cuando caímos ante el Puerta Blanca a domicilio y entresemana. Mes y medio de inactividad competitiva a lo que hay que sumar interrupciones y restricciones en los entrenamientos. Así andamos todos los equipos, hay que adaptarse o... perder.
Magnífico el campo del Guadalmar, la atención de nuestros anfitriones de sobresaliente y lo mismo el arbitraje del Sr. Juan José Real Montes, que fue comprensivo y riguroso a partes iguales, un lujo inesperado. Lo malo... no poder utilizar vestuarios ni aseos ni en casos de emergencia. El Ayuntamiento de Málaga no considera oportuno dotar de limpiadoras a las instalaciones deportivas como esta por la que pasan cientos de deportistas y acompañantes cada semana. En los presupuestos millonarios anti-COVID no entran esas consideraciones. Cuestión de prioridades.
Nosotros no acabamos bien en Puerta Blanca y no iniciamos con buen pie nuestro desplazamiento a Guadalmar. Cossío se cayó de la convocatoria esa misma mañana con problemas estomacales y Mario se retiró en el descanso por un brote alérgico. Condicionantes negativos los dos para enfrentarnos al segundo clasificado, que por lo que dicta la clasificación y lo visto en el campo, tienen pinta de ser quienes se disputen el título de esta 5ª Andaluza Alevín con la AD Benalmádena.
Un corner mal defendido y una conducción poderosa significaron el 2-0 con el que nos fuimos al descanso. Los malagueños tenían elementos que nos superaban físicamente y no siempre pudieron llegar Mario y Lucas al rescate. Sí lo hizo Demetrio, que con 17 paradas nos metió en el partido e impidió que el equipo local se fuera en el marcador.
La segunda parte la afrontamos sin Mario y se notó. En cinco minutos fatídicos, del 43´ al 47´ el Guadalmar anotó dos tantos más. Ambos conjuntos habían comenzado el segundo periodo con un ritmo bajo, pero en la primera rotación de cambios el entrenador local metió más gas a su equipo y nosotros no supimos seguirles el ritmo. Cuando parecía que nos iban a machacar aparecieron Demetrio y Lucas para liderar una defensa que hacía aguas por cansancio y falta de orden.
Pasado el chaparrón nos fuimos estirando. Maxi, que se estrellaba continuamente con la defensa rival en jugadas individuales, acertó en una e inauguró nuestro marcador. Luego él y Peña tendrían dos nuevas opciones de meternos en el partido. No las materializamos y para casa.